Una vez des rienda suelta al potencial que el marketing de afiliación puede ofrecerte, necesitarás afiliados y, en un entorno ideal, ellos te necesitan a ti. Sin embargo, lo cierto es que ellos te necesitarán sólo si eres competitivo, puesto que ello les conducirá a la obtención de los mayores rendimientos. Considera a tus afiliados como una extensión de tu equipo de ventas, haz que se impliquen y entiendan la filosofía de tu organización. No los trates de cualquier manera, trátalos de manera excepcional:
- Debes ser un comunicador con iniciativa, abierto y transparente. Comparte tus objetivos con ellos, para que ellos también los cumplan.
- Crea incentivos, botes y competiciones. Marca objetivos para primas o establece diferentes niveles.
- Debes estar abierto a nuevas ideas, utiliza el conocimiento de los otros, tus afiliados.
- Reduce el riesgo de tus afiliados. Establece modelos mixtos añadiendo CPM o CPC.